Hace ya tiempo que tu hijo distingue visualmente los colores, pero aún
confunde sus nombres. Es ahora, a partir de los 2 años, cuando los utilizará
para describir, para expresar sus gustos... ¡Échale una mano en este
aprendizaje!
MADURACIÓN, EXPERIENCIA...
Toda esta secuencia
puede llevarse a cabo gracias a su maduración perceptiva y cognitiva, pero
también a su socialización, ya que son las personas las que le nombran los
colores y le facilitan el acto de aprenderlos.
Al principio tu
hijo repetirá lo que escucha sin comprender muy bien qué significa que algo sea
blanco, azul o verde, pero poco a poco, con la experiencia y la repetición, irá
interiorizando estos conceptos.
Para ayudarle en
esta tarea es bueno que le describas los objetos que él ve o usa habitualmente,
pero para no despistarle céntrate sólo en su color y olvídate de otras
peculiaridades. Empieza haciendo alusión a los monocromáticos (“los limones son
amarillos”) y pasa después a hablarle de matizaciones y contrastes (“tu jersey
es blanco con rayas rojas”).
ACTIVIDADES Y JUEGOS
También es muy
adecuado que le regales cuentos para colorear y que practiques con él estos
juegos:
·
Enséñale a emparejar los calcetines azules, marrones, verdes...
·
Demuéstrale que mezclando unos colores se obtienen otros nuevos.
·
Prepárale meriendas de colores: blancas (con leche y miga de pan),
amarillas (con melón y piña) ...
·
Si en el parque le animas a traerte una flor roja o una piedra gris, el
aprendizaje de los colores le resultará aún más atractivo.
Como en cualquier
nueva meta, celebra sus avances con mucha alegría. Tu apoyo es su mejor
motivación.
LA INFLUENCIA DEL GUSTO Y DEL ESTADO DE ÁNIMO
Hasta los 4 años
predomina en los niños el pensamiento fantástico. Por eso, no te extrañes si tu
hijo pinta el cielo rojo y la hierba azul, porque no es que él los vea de estos
colores, sino simplemente que se los imagina en estas tonalidades y le gustan
más así.
Ahora bien, si en
el papel nunca refleja ningún color real y estás preocupada, llévale al
oftalmólogo infantil, para que compruebe si es daltónico (salvo que tu pareja o
tú lo seáis, el riesgo de que padezca esta alteración visual es muy remoto).
Tu pequeño también
elegirá uno u otro color para sus dibujos dependiendo de si le gusta o le
aburre pintar. Si le parece interesante, seguro que utilizará más colores (los
rosas, verdes y naranjas suelen denotar bienestar), mientras que, si es una
actividad que no le atrae mucho, pintará con un solo color (negro o marrón, probablemente).
¡QUÉ PRÁCTICO!
En el mercado hay
muchos cuentos para despertar el interés de los niños por los colores y
enseñarles a diferenciarlos y a nombrarlos correctamente. Algunos muy adecuados
para niños de 2 años y que al tuyo le gustarán son: “Colores parlanchines”, Ed.
Susaeta, “Pocoyo aprende los colores”, Ed. Timun Mas, y “Mumin, pequeño libro
de colores”, Ed. La Galera,
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