jueves, 9 de junio de 2016


              QUE SON NOCIONES ESPACIALES

La noción espacial está básicamente unida al interés de la noción de los cosas, y es a través del desplazamiento de éstos que el niño de meses empieza a desarrollarlo. El objeto está aquí y luego ahí, se mueve y cambia, se aleja al igual que la mano que lo sostiene y ambos le muestran distancias, acomodos, desplazamientos y rotaciones, mientras desarrolla sus actividades de juego. El espacio es, pues, el producto de una interacción entre el organismo y el medio, en la que no se podría disociar la organización del universo percibido y la de la actividad propia
Este inicio epistemológico se enriquece satisfactoriamente, porque el niño crece y aprende acerca del espacio; lo hace a través de su cuerpo y de los desplazamientos que realiza, por ejemplo: gateando comienza a reconocer las distancias y al sentarse y ponerse de pie, es más capaz de captar las dimensiones, la perspectiva, la ubicación y el acomodo de los objetos y muebles. Asimismo, ayudan al desarrollo de la noción espacial los cambios de habitación, las salidas al jardín, visitas al parque y a todos los lugares a donde es llevado como casas de abuelos y amigos. Estos espacios dejan en su memoria la percepción de ser sitios de dimensiones y a distancias diferentes, aunque a los dos y tres años aún no tiene idea de lo que significa “muy lejos”.
Las nociones espaciales reflejan sensaciones corporales y estados emocionales. Las elecciones al representar responden a una forma de sentir y de vincularse con los elementos, las personas y con el propio cuerpo. En sus primeras manifestaciones gráficas, la expresión del niño está centrada en el "yo" y los vínculos que va desarrollando con el medio. No le interesa establecer un orden en la representación de los elementos. La hoja es un soporte que le permite volcar ideas como un recipiente a ir llenando. Cada espacio es una posibilidad de incorporar elementos valiosos para él, aunque los dispongan en forma inconexa. A medida que el niño crece, surge la necesidad de establecer un orden y vínculos espaciales.
El papel de los adultos para facilitar el aprendizaje de las nociones espaciales, es proporcionar experiencias significativas y variadas dónde se empleen las mismas durante su ejecución para que el niño se vaya apropiando de ellas con su significación total incorporándolas de manera efectiva en su vocabulario habitual es por ello que si incluimos en nuestro vocabulario las palabras propias de nociones espaciales (arriba, abajo adelante, atrás, izquierda, derecha , al lado de , entre, afuera, dentro) remplazando los tradicionales aquí y allí estaremos siendo generadores de aprendizajes en los niños.




Una de las formas más agradables de los aprendizajes es el juego y los aprendizajes que se obtienen a través de él, son los que nunca olvidamos, por ello la búsqueda del tesoro siguiendo una serie de instrucciones nos permite reforzar las nociones espaciales de manera agradable, el pasar por entre un túnel , por debajo de un puente, estar encima de un caballo , meter la cabeza bajo el agua para sacar una manzana, jugar dentro de una caja, llegar arriba de un resbalador para lanzarnos hacia abajo , girar alrededor de un compañero o una silla, caminar como cangrejos, jugar pico y pala y mil juegos que recordamos de nuestra infancia pueden ser el motor que nos lleve a enseñar a los chicos las nociones espaciales, que una vez adquiridas se usarán por toda la vida. Así que ánimo!, que aunque en ocasiones sea difícil todos podemos colaborar para el conocimiento del entorno a una persona que presente una discapacidad visual.

                           ALGUNOS AUTORES

La adquisición de la noción de espacio
 
Las primeras clasificaciones complejas acerca de las nociones espaciales aparecen en Piaget (1948), el cual fundamenta y expone que la adquisición del espacio se da en tres etapas:

Espacio Topológico
 
Transcurre desde el nacimiento hasta los tres años y en principio se limita al campo visual y las posibilidades motrices del niño. Al conquistar la habilidad motriz básica de la marcha el espacio se amplía, se desenvuelve en él y capta distancias y direcciones en relación con su propio cuerpo, a partir de sensaciones cinéticas, visuales y táctiles, distinguiéndose las siguientes posibilidades para el espacio topológico:

Vecindad: Relación de cercanía entre los objetos.

Separación: Relación entre un grupo de objetos que se hallan dispersos.

Orden: Relación que guardan un grupo de objetos respecto a un sistema de referencia.

Envolvimiento: Relación en que un sujeto u objeto rodea a otro.

Continuidad:Relación en la que aparecen una sucesión constante de elementos.


                                        2.- Espacio Euclidiano

Entre los tres y siete años se va consolidando el esquema corporal favoreciendo las relaciones espaciales y adquiriendo las nociones de:

Tamaño: grande, pequeño, mediano.

Dirección: a, hasta, desde, aquí.

Situación: dentro, fuera, encima, debajo.

Orientación: derecha, izquierda, arriba, abajo, delante, detrás.



                                                 Espacio Proyectivo o Racional





Transcurridos los siete primeros años de vida el espacio se concibe como un esquema general del pensamiento, fundamentándose en la representación mental de la derecha e izquierda. Se da en aquellos casos en los que existe una necesidad de situar a los objetos en relación a otros, por lo tanto se adquiere el concepto de perspectiva, en el que permaneciendo los objetos o sujetos inamovibles, respecto a un sistema de referencia, cambiará la relación entre los objetos.
Según Bara (1975), el niño entiende el espacio en referencia a su propio cuerpo, de tal forma que cuando ubica su cuerpo en una superficie donde hay más personas u objetos, el niño desde su perspectiva de punto central, va organizando el espacio personal y el social y lo va haciendo en la medida que va conociendo sus posibilidades corporales.

Sánchez (1986) sostiene que si no mostrase su lateralidad en la fase inicial del desarrollo, es posible que se acarreen serios problemas y dificultades en lo que se refiere al aprendizaje en el transcurso de su vida tanto académica como social. La problemática de las preferencias laterales en la fase inicial del niño puede dar lugar al desarrollo de una serie de dificultades de rendimiento académico.

Alomar (1994), para reforzar los parámetros de espacialidad, el niño debe reconocer su propio espacio, que es el que envuelve su cuerpo en cualquier acción que realice, el espacio próximo, propio del área o zona por la que el niño se mueve y el espacio lejano que es el entorno o paisaje en que se encuentra y alcanza su vista.

Grace J. Craig, El conocimiento de las relaciones espaciales se logra durante el período preescolar. Lo anterior es lógico porque es la edad en la que aprende conceptos como: dentro, fuera, cerca, lejos, arriba, abajo, encima y debajo. Lo hace directamente de experiencias con el propio cuerpo, al oírlo de sus padres y hermanos, y en gran medida porque son conceptos que se enseñan propositivamente en la escuela.

1 comentario:

  1. Que importante es tener en cuenta el término de las nociones espaciales, ya que es de suma importancia en los primero meses del niño, donde es importante que exista una interración entre el organismo y el medio , lo tendremos a la hora de la estimulación de los párvulos.

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